
Partimos muy bien el nuevo año.
Debimos poner atención cuando un grupo de Harlystas venía saliendo por donde mismo estábamos entrando. Iban a toda velocidad y con cara de risa. Seguro todavía deben estarse riéndose solo pensar la ruta que nos esperaba.
Nos perdimos otra vez. En esta oportunidad dando vueltas sobre la misma cola y dentro de un radio semi urbano. Es decir la hicimos con estilo.
Todo partió porque después del asalto y toma del depto de los padres de JP en Viña del Mar, no había paseo a la parcela familiar que programar. Estaba claro que pensaban de nosotros que nos tomaríamos hasta el agua de la piscina y los arboles frutales enteros corrían peligro con nuestro apetito.
Gabriel quiso ser el Héroe de la jornada y para lograr salvar la situación, obtuvo mediante algún engaño que su hermano nos invitara a su parcela en Laguna de Aculeo. Tal vez porque también tiene una maquina de dos ruedas y que se yo otras argucias, partimos el sábado 12 de enero a la mentada parcela.
Como siempre los imponderables y el Gran Fabricante de Pistones en el Cielo, quería probarnos si éramos motorístas de verdad y nos puso algunas grietas y piedras en la ruta. Gabriel tuvo la iluminada idea de hacer asado en la parcela con familias incluidas y llegar a eso del medio día pero en lugar de irnos directo por la carretera, que habría sido lo más prudente, propuso pasar por varios partes haciendo un recorrido por lugares como, Lolenco, María Pinto, Bollenar, Melipilla, El Paico, El Monte, Lonquen, Isla de Maipo, La Islita, Talagante, y finalmente salir a la ruta 5 sur, por la altura de Champa y luego de unos kilómetros, entrar a Laguna de Aculeo hasta el sector de Pintué, donde nos esperaba su hermano y su familia... Y claro que nos esperaron, algo así como cuatro horas.
El problema era que sabíamos donde estábamos, pero no como llegar a donde queríamos.
Entre que nadie sabía exactamente la ruta, los lugareños que nos daban distintas formas de salir del lugar (Llegamos a creer que ellos tampoco sabían como salir de ahí, o que nos mandaban a un lado y luego llamaban por celular al siguiente pueblo para que nos volvieran a dar otra ruta de salida) y nuestro cansancio, al final solo un carabinero de una X comisaría en un lugar de cuyo nombre ni me acuerdo nos pudo orientar correctamente. Gracias él por la ayuda prestada.
La situación empezó a preocupar cuando en una de las varias detenciones para preguntar donde estábamos Guido llamó a Carolina por el celular y le decía " Si me dejan aquí...aquí me quedo porque no se donde estoy".
Debimos poner atención cuando un grupo de Harlystas venía saliendo por donde mismo estábamos entrando. Iban a toda velocidad y con cara de risa. Seguro todavía deben estarse riéndose solo pensar la ruta que nos esperaba.
Finalmente y después de varios retornos sobre el mismo camino, llegamos a la casa de Sergio el hermano de Gabriel y por fin pudimos todos disfrutar de un merecido descanso y un reponedor asado.
Nuestros agradecimientos al dueño de casa y su familia por la hospitalidad.
4 Ases
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